martes, 16 de julio de 2013

A propósito de Pio Baroja…He recibido un email desde España

Recibir emails y mensajes en Facebook es algo tan cotidiano que a veces no genera ninguna emoción y es casi una rutina en la cual tenemos que dar prioridad a lo que consideramos importante. Sin embargo en ciertos momentos algunos mensajes pueden alegrarnos aunque no conozcamos a quiénes nos escriben. El libro se llama El Árbol de la Ciencia y lo escribió mi querido Pío Baroja. Lo compré por internet el 2011. El libro --algo avejentando ya-- tenía dentro de sus páginas una firma donde se podía leer un nombre: Lolin Peny o Lolin Pery. No estaba seguro del nombre del anterior dueño. Yo le tomo mucho cariño a mis libros aunque suelo hacer anotaciones y comentarios en alguno de ellos afeándolos con mi pésima caligrafía. Al librito de Baroja le agarré un cariño especial del mismo modo que uno podría encariñarse algún otro objeto preciado. Entonces, una noche puse en mi blog algunas notas sobre el libro que yo tengo y que le perteneció en 1973 a Lolin ,¿Peny? ¿Pery? El post sobre Baroja y el dueño anterior del libro( Lolin) tuvo lugar en el 2011 creo. Hace unos días ocurrió algo excepcional : Me escribió Lolin que resulta no era el dueño sino la dueña del libro hace 40 años). Me cuenta Lolin que en 1973 ella cursaba el bachillerato (secundaria le llamamos en algunos países de Sudamérica y preparatoria en Estados Unidos). En 1973 yo tenía dos años y vivía en Lima, Perú. Así que Lolin me escribió para contarme que el libro que ahora tengo, fue suyo en una época juvenil en la que ella filosofaba sobre qué estudiar. Para asegurarse que era su libro me pidió la foto de la primera página. Lolin sintió emoción de volver a ver su libro y se alegró de saber que lo tengo bien cuidado. Hoy el libro que conservo vale mucho más porque ha educado a dos personas y las ha unido al menos por un cordial email. Nuestras vidas siguen (yo: casado, amando a mis dos hijas, escribiendo, estudiando, intentando vivir) y Lolin igual disfrutando de su vida familiar y los que la quieren. La literatura posee una fuerza hechicera porque puede unir—y une— a personas que quizá nunca se conocerán. Tan poderosa es la palabra y el papel impreso – y ahora el email- que fue como Roberto Bolaño y Mario Santiago se conocieron con los(as) poetas peruanos de Hora Zero , uno de ellos (as)mi amiga, la poeta Carmen Ollé. Quizás en algún momento mis libros no serán míos. Por eso en he puesto mi nombre en El árbol de la ciencia , para que alguien en el 2030 0 2040, sepa que el 2011 compré el libro que en 1973 fue de Lolin. Sé que mis notas de Quijote son eso y nada más pero a mi me hacen muy feliz y de eso se trata la vida: de ser tu mismo; y hoy –luego de décadas de tropiezos—finalmente soy quien quiero ser. Gracias a los que me ayudan en el camino de la literatura porque cada palabra , cada carta—como la de Lolin—me hacen creer cada día más en la literatura.

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