jueves, 31 de marzo de 2011

Hemil Garcia y Cuentos del Norte en Virginia Commonwealth University.Ecos de la presentación y charla sobre inmigración y guerra en Irak en VCU






Ecos de la presentación y charla sobre inmigración y guerra con los alumnos de VCU
Hemil Garcia y Cuentos del Norte en Virginia Commonwealth University.


Mi vista a VCU resultó una experiencia enriquecedora similar a mis anteriores visitas a universidades.
La conversación con los alumnos y profesores fluyó de manera natural aunque siempre existe de parte de los alumnos una timidez inicial porque ven frente a un señor de cuarenta con poco cabello y con barba blanca que supuestamente sabe de lo que está hablando.
Afortunadamente pude contarles mis experiencias como músico frustrado de rock y mis viajes algunas locuras de juventud y eso rompió el hielo imaginario que “existe” entre personas que no se conocen.
Las preguntas en torno a la guerra y también a la inmigración y separación de familias captó el interés de los estudiantes de grupos multiculturales diversos: caucásicos, latinos, del medio oriente y afroamericanos. Una alumna habló del legado e historia de sus bisabuelos que fueron esclavos algo que a mí me conmovió pues si hay algo con lo cual no soy tolerante es con la discriminación y el racismo. Creo que el estigma más vergonzoso del mundo surge a partir de eso ridículo llamado clase social.
Las preguntas más “complicadas” fueron:
¿Puede un inmigrante pelear una guerra (en referencia a la guerra con Irak) que no es suya?
¿Es válido dejar a tu familia tanto tiempo pensando que en el futuro todo mejorará gracias al dinero?
Ensayar una respuesta exacta es imposible pues la realidad de cada quien es diferente. Existen combatientes que sienten la convicción de hacerlo (combatir) pues al haber nacido sus hijos en el suelo que defienden, el concepto de patria cambia. Existen jóvenes latinos que viven aquí desde los cinco años o menos por lo cual la identificación con esta tierra es inherente y la patria de los padres es apenas un recuerdo difuso o el lugar donde vacacionan viendo a los abuelos.
Hay gente que (incluso oriundos de este país) que van optar por ser militares pues reciben educación universitaria gratuita y una pensión entre muchos otros beneficios.
En cuanto a la inmigración, a muchas personas el estar lejos los separa pues a veces no vuelven a sus países de origen y hasta forman nuevas familias. A Otras personas la distancia las fortalece.
Cada quien tiene una historia diferente. Con Cuentos del Norte, pretendí contar historias y no juzgar a nadie. Eso me queda claro y fue algo que rescaté de los alumnos que se sensibilizaron con el cuento Cartas y Emails de My Mother diciéndome que pese al impacto de la historia no podían juzgar a los personajes por sus actos y el desenlace.
Los seres humanos caemos en el error de calificar, de criticar, de juzgar a los demás como si todo lo que nosotros hiciéramos estuviese perfecto. Somos un remedo de Sísifo quien carga un peñasco cuesta arriba y esta rueda colina abajo de manera imperecedera.
Que la furia de dios y la cólera de Aquiles caigan sobre mí sí me atrevo a criticar el trabajo de otros o a querer opinar a través de mis escritos. La literatura es todo: un juego, una pasión, un demonio que te posee, un ángel que salva del suicidio, un amigo que te consuela, un medio para navegar en una travesía de aventura, paz o locura. La literatura es todo menos un manual para querer tener la razón.
Agradezco a la siempre cálida y sensible catedrática Eugenia Muñoz y sus aplicados alumnos a quienes les deseo éxitos. Su ahínco y participación en clases me animan a seguir luchando en esta pelea contra molinos de viento.

jueves, 17 de marzo de 2011

Hemil García escritor invitado en Virginia Commonwealth University (VCU) en Marzo 22 del 2011

He recibido una cordial invitación de la Facultad de Español de Virginia Commonwealth University para dar una charla sobre mi experiencia como autor e inmigrante a los alumnos y catedráticos de dicha casa de estudios. La catedrática y poeta Eugenia Muñoz tuvo la amabilidad de contactarme meses atrás pues deseaba incorporar dos de mis cuentos El Héroe y Cartas y Email de My Mother en sus clases de Español.
Aquí el enlace de la página oficial de VCU:
http://www.has.vcu.edu/wld/calendar.html
Siempre resulta atractivo charlar con alumnos interesados en el español, sobre literatura y también acerca de la comunidad latina que tiene una mayor presencia en el escenario estadunidense político, social, cultural, empresarial entre otros.
Es la tercera invitación que recibo de parte de universidades norteamericanas.
Asimismo Cuentos del Norte aún sigue sin ser publicado en los Estados Unidos. En 2008 después de recibir un contrato con una editorial norteamericana independiente, decidí no publicar con ellos por motivos estrictamente personales. Gajes del oficio y ética que muchas veces no siempre son entendidos por los mismos editores que difícilmente aceptan un no por respuesta, pues en teoría, es el autor quien debe ceder y aceptar el primer contrato que se le ofrece porque las oportunidades para escritores emergentes no son cuantiosas.
Mi libro y la mayoría de los cuentos que he escrito hablan justamente de una lucha constante por sobrevivir; por ello aceptar sumisamente ser publicado, porque sí, es contradecirme y dejar de lado la solidaridad que he recibido de gente cercana, lectores y algunos catedráticos de Estados Unidos.
No lo niego es difícil resistir pero soy de una raza fuerte y me han dicho que soy muy terco.
Pese a estar no estar oficialmente publicado en Estados Unidos, mi proyecto de hacer literatura sobre inmigración marcha, lento pero seguro.
Gracias.

sábado, 12 de marzo de 2011

Cumplir Cuarenta

Estoy a punto de cumplir cuarenta años y me encuentro, sorprendentemente, feliz.
Mucha gente tiende a deprimirse cada vez que acumula más años y tiende a bajarse la edad.
Tenía una amiga que cada año cumplía treinta y siete (cuando la conocí yo tenía veintitrés). Ahora resulta que yo debo ser su mayor.
¿Por qué estoy feliz?
No lo sé. A veces pienso que es gracias a este blog.
Una de las más alegrías más pequeñas y más grandes ha sido crear este blog y recibir mensajes de todas partes de mundo. Trato siempre de contestar aunque a veces involuntariamente he borrado un email sin quererlo. Por lo general respondo todos los emails y publico todos los comentarios.
He tenido que dejar sin publicar dos comentarios: uno era de mi hermano y era prácticamente un correo casi personal, y el otro un comentario sobre Vargas Llosa y un presidente peruano.
El comentario estaba plagado de acusaciones y calificativos gruesos. Si el bloguero hubiese sustentando lo que quería decir pero educadamente sin groserías lo hubiese publicado. Creo que si alguien desea hacer agravios contra otra persona (sin pruebas) puede crear su propio blog. Por respeto a los lectores del blog no publico mentadas de madre o calificar a alguien de hijo de p…
Junto a este blog hemos experimentado cosas maravillosas.
El 2009 han sido un buen año porque publiqué mi primer libro y recibí invitaciones de más de una Universidad en los Estados Unidos lo cual me abrumó porque ni más profundos sueños de opio imaginé que esto pasaría. Publiqué un librito en Perú y me traje copias en la maleta. No esperaba más.
El 2010 tuve la “suerte” de ganar el 2010 Mariposa Awards en New York con mi libro Cuentos del Norte, Historias del Sur.
El 2011 se presentó la oportunidad de publicar mi primer escrito en Europa a través de la Revista Aurora Boreal, algo que siempre me había seducido y la Revista Baquiana de Estados Unidos público un escrito mío también.
Para mí estas son pequeñas batallas ganadas porque uno no siempre publica todo lo que desearía.
He perdido muchas batallas también y la lista es tan larga que no podría aquí enumerarlas.
El 2011 es asimismo crucial porque estoy casi en las postrimerías finales de lanzar mi primera novela
Quizás todo esta parte fundamental me haya dado esta felicidad que ahora siento, porque he encontrado el balance a la estabilidad que tengo gracias a las dos mujeres que han sabido quererme bien y domarme: Kathya (mi esposa) y Miranda (mi princesita de casi cuatro años)

Cuando un llega a la base cuatro, tiene que a veces hacer un flash back necesario para entender qué somos hoy.
Del 90’ hacia adelante he pasado por todo los lugares posibles: los estadios de fútbol, los templos hare krsnas, viajes a Cuzco, Marcahuasi, Conciertos de Rock (soy un músico frustrado que tocó en el Agustirock abriendo para la Sarita y otras bandas que si la hicieron), y ha “sufrido” asimismo los cuestionamientos típicos de la juventud: la existencia de dios, el diablo, el ateísmo, el gnosticismo, el fanatismo religioso y político, ser de izquierda o de derecha.
Quizás luego de casi veinte años de búsqueda, siento ahora una calma que antes extrañe porque no la tenía. Sé que no soy la persona que era en los 90’s.
En el 2006 cuando volvía Perú después de seis logros años, mi familia incluido primos y sobrinos que habían visto en mí a un party animal, al prototipo de la juerga y el desenfreno, a un tipo cool, vieron a una persona que en toda la noche bebió tres botellas de agua. Hice lo que pude por bailar y todo eso, pero a las dos de la mañana me fui a dormir porque desde el 2003 al menos no sé que es quedarme hasta las dos o tres “ celebrando” algo. Dicen que me he vuelto un tipo aburrido.
La verdad, estuve feliz de volver a Lima, pero quizás los primos y sobrinos esperaban a ese muchacho loco que conocieron y vieron a un hombre maduro volver, a un hombre con casi treintiseis que, sin saberlo, pronto sería padre (el 2007 nació mi hija)
Tengo mucha nostalgia y también bellos recuerdos de mis 90’s, sin embargo hoy disfruto más ver una película en casa, ir al rio en West Virginia y meternos al agua con mi hija o tirarnos en la arena de la playa con Kathya y Miranda, volar una cometa.
Sosiego, paz, volverse viejo. No me importa lo que esto sea. Lo estoy disfrutando.
Hace unos días en la Universidad donde tomo clases esporádicas, un estudiante joven que casi me topa de casualidad y me dijo: disculpe señor. Si, quizás me estoy volviendo viejo porque ahora hasta la barba crece blanca.
¡Me han querido ceder el asiento! Y recordé como mis padres me inculcaron a cederlo a los adultos que subían al bus. Me recordé saltando como un resorte: señora, siéntese por favor.
Cumplo cuarenta el doce de Marzo que es justo cuando nació Kerouac autor al cual necesariamente tengo que releer porque que estoy escribiendo algo que tiene que ver indirectamente con él. Para ello quizás tenga que ir al cottage donde vivió en Florida, ya que allí hay una organización que promueve los libros de Kerouac.
Cuando uno tiene veinte siempre dice que se quiere ir rápido “Life fast, die Young”.
Yo pensaba (me rio de mí mismo) que me iba a morir a los veintisiete y luego a los treinta tres. Pero he sobrevivido a los paquetazos y shocks económicos de mi país, el terrorismo, las huelgas que me hicieron perder meses enteros de clases; y ahora la recesión de Estados Unidos. Creo haber tenido adversidades mayores.
Ahora pienso que voy a morir a los cincuenta. No importa si me equivoco o no con la fecha. Tengo mucho respeto por la Santa Muerte, pero no tengo miedo a la muerte. No le tengo miedo porque creo que he visto y hecho los que mi ojos y mi corazón han querido: planté una árbol en mi casa, escribí un libro (mal o bien escrito), y tuve (tengo) una hija hermosa.
Tengo bellos recuerdos de Perú y estar en Lima siempre es un grato porque es un eterno recordar a casa. Antes de inmigrar uno no tiene idea si puede ser feliz en Perú, en E.E. U.U o en cualquier lugar.
Creo que me he adaptado bien a vivir en el extranjero. Nunca me he condicionado ni encasillado con posturas ideológicas ni políticas, porque la política al igual que la revolución es una farsa que atrapa tontos útiles.
Recuerdo con cariño a “alguien” en nuestros 90’s hablaba maravillas de Cuba y endiosaba al dictador Fidel Castro y lanzaba vituperios contra de E.E. UU. Ahora esta persona es muy feliz aquí trabajando de MC Donalds y colgando en Facebook las fotos de su auto nuevo.
Mis amigos en Connecticut han planeado una fiesta por mis cuatro décadas y vamos a ir desde Virginia a Connecticut pasando por la carretera 95 que Kerouac menciona en On the Road. Alfo curioso: Kerouac hubiese cumplido un año más en Marzo doce.
Después de ello pienso volver y seguir viviendo mi vida rutinaria y nada interesante: ver una peli, una cerveza el viernes, una copa de vino el sábado (todo en casa con Kathtya, mi mejor amiga y compañera), y el domingo jugar todo el día con mi hija.
Puede que este no sea el prototipo de vida de un escritor “maldito” ni glamoroso pero, qué carajos, soy inmensamente feliz. Hago la salvedad que no critico a nadie que desee vivir opuestamente a mí.
Gracias a todos ustedes por ayudarme a llegar a los cuarenta y mil disculpas si este post es demasiado personal.
Un abrazo y gracias por seguir el blog que desde el 2008 tiene 16,000 visitas.
Pd. Es oficial: es doce de Marzo y tengo cuarenta años. Estoy a veinticinco de ser un jubilado y no trabajar más, qué emoción. Confirmado: mis amigos realmente piensan festejar el cumple de este servidor. Estoy en Connecticut, a media hora de la casa Museo de Mark Twain. Mi hija y mi esposa me han dado una tarjeta de cumpleaños y dos libros (el mejor regalo del mundo)