“Cuentos del Norte, historias del sur” camino
a ser publicado en Estados Unidos. Lecturas desde diciembre de este año hasta
abril del 2016.
Los escritores independientes por lo general
tenemos que ser publicistas de nuestra propia obra. Sin embargo, pienso (a
título personal) que debería existir cierta mesura en el autor. Un libro debe
defenderse asimismo y no las reseñas (a veces pagadas), ni la sobreexposición
del escritor. Es su obra la que debe trascender. Quizás por esto, nunca me he
atrevido a juzgar mi propia ni valorarla, literariamente claro está.
Hacer lecturas es la parte más fastidiosa de
escribir. El 2015 he hecho pocas lecturas (tres) y muy pocas entrevistas el
(tres). El 2016 no he hecho ninguna.
Pero ahora lo que queda del 2016 y el 2017
tendré que trabajar un poco más. Sé que he “descuidado” esta parte, pero hay
otras cosas por cuidar en esta parte del continente que pasa momentos convulsionados.
Para hacer lecturas uno debe tocar muchas
puertas y entre escribir, dictar clases en una escuela y en una universidad,
apenas queda tiempo para vivir.
La embajada de España ha sido la que más me ha
ayudado aquí. En mi propia embajada no he podido hacer una lectura pese a haber
ganado un concurso internacional en New York el 2010 y me dijeron que harían
una lectura con ese motivo.
Se vienen una lectura en Virginia, una en New
York y de regreso otra más en Virginia y un evento literario con otros autores.
Es necesario hacer estos eventos ya que en la parte noreste (MD, DC, VA) no hay
muchos eventos literarios en español.
Todo parece indicar mi libro “Cuentos del
Norte, historias del sur” saldrá publicado en Estados Unidos. Basado en mi
experiencia puedo decir que es muy difícil publicar afuera, aunque tuve
oportunidad de hacerlo el 2010. La fuerza del sino ha querido que la editorial estadounidense
que me ofreció un contrato ese año, ha conversado conmigo y hemos llegado a
buen término.
Mi ignorancia total sobre el mercado editorial
en Perú y el cariño a la Pachamama me hicieron escoger una editorial en Lima
que, a decir verdad, no se portó a la altura. En fin, lo bueno es que el libro
aún con erratas y con postergaciones logró ver la luz, sobrevivir y, de paso,
me ayudó a perseguir un sueño pendiente: ser escritor y estudiar literatura.
Veremos qué más nos deparan los hados y la
gran mente cósmica. Aunque si me dan a elegir Quiero seguir estudiante
literatura
Un abrazo.
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