SER ESCRITOR LATINO EN USA
ESCRIBIR: UNA PROFESION SIN SUELDO
Si hacer periodismo en muchos lugares del mundo es casi un pasatiempo, escribir en periódicos hispanos en estos lares (USA) por lo general lo es aún más, pues muchas de las personas que escriben en periódicos latinos no siempre reciben un sueldo oneroso. No son pocos los periodistas entusiastas que escriben por el simple gusto de poder comunicarse con un público. El periodismo es entonces una actividad altruista que no espera más que el simple reconocimiento o el poder llegar a un público cautivo.
Si ejercer el periodismo no es siempre una profesión bien rentada, hacer literatura (novela, cuentos o poesía) es una profesión sin sueldo. La obra del escritor puede que jamás sea publicada o si es publicada corre el riesgo de ser ignorada por los lectores y también hecha añicos por la critica que despiadada que “determina” si un libro es bueno y no; y los más probable es que los lectores terminen creyendo lo que la critica dice.
Si bien existen escritores que se han hecho millonarios como J.K Rowling, autora de Harry Potter, o Best Sellers como El Código de Da Vinci de Dan Brown, existen también otros géneros que si bien gustan a muchos, sus autores no llegan siempre a disfrutar de holgura económica.
Escritores famosos como Mark Twain acabaron en la banca rota. Otros como Edgard Allan Poe (considerado uno de los pilares de la literatura norteamericana) vivió desempleado y experimentó la pobreza .Estos son apenas algunos indicios que escribir literatura no es un sendero que necesariamente propicie dinero.
La fama tampoco es necesariamente inherente al escritor: Borges, unos de los más grandes escritores de la literatura Argentina y el americano Walt Whittman tuvieron que publicar sus primeros libros de manera independiente (en el caso de Borges apoyado por su propio padre) porque ningún editor les hizo caso.
Por si eso fuera poco los escritores sufren el embate de la prensa y cuando no de de propios colegas que – sin ninguna ética- hacen escarnio y buscan notoriedad criticando a otros autores (el chileno Fuguet criticó duramente a García Márquez por lo cual obtuvo cierta atención).
Los más grandes escritores han experimentado fuertes críticas y rechazos. Ernesto Sábato sufrió severas diatribas sobre su libro El Túnel el mismo que fue resistido por muchas editoriales. Hoy es texto ineludible de la literatura argentina y mundial. El afamado escritor Argelino- Francés Albert Camus apoyó la traducción del mismo al francés. El Túnel ha sido traducido a más de doce idiomas.
Si un escritor novel llega a publicar, muchas veces recibe como parte de pago libros que el autor mismo deberá a su vez vender (ya había dicho en algún artículo que el autor es escritor, vendedor, gerente de ventas y publicista de su propia obra). Si bien ciertos libros pueden vender millones de copias, existen también libros que pese a tener un gran contenido literario “serio” al no ser novelas de ciencia ficción , romance, o la vida y milagro de algún famoso, estas no venderán.
Los escritores por lo general no cuentan con apoyo de ninguna entidad del gobierno para que pueden crear sus obras e incluso al estar fuera de sus países no siempre tienen el apoyo de sus embajadas ( hasta que no ganen un premio literario importante momento el cual todos si estarán listos para la foto de rigor ). En tanto el reconocimiento llega (muchas veces llega cuando el autor ha fallecido), el camino del escritor es solitario y con suerte alguna empresa privada promocionará o publicara su libro para lo cual deberá tocarse muchísimas puertas.
Aunque no parezca justo ni lógico un gran libro de Cuentos de William Faulkner (ganador del premio Pulitzer de Literatura) no podrá vender más copias que la vida secreta de Michael Jackson o la de Britney Spears por más trivial que esta obra sea.
Es ese terreno en el cual se mueven los escritores, sobre todo aquellos que al apostar por editoriales pequeñas o independientes (que por lo general son las únicas que dan oportunidades a escritores noveles) deben trabajar como cualquier hijo de vecino, cuarenta horas o más y después en sus ratos libres escribir.
Pese al gran esfuerzo de autores latinos y chicanos en Estados Unidos, sus logros todavía no alcanzan una real dimensión ni el reconocimiento debido. Cada libro novel de autores latinos del área por lo general habla de un tópico común pero no siempre abordado y aceptado: la discriminación, las duras vivencias en este país, el desarraigo.
Los autores latinos en Estados Unidos no sólo proponen una temática. Con sus testimonios dejan un legado a las futuras generaciones de latinos que nacen y nacerán en los Estados Unidos; y algo más trascendente: sus obras tratan de preservar el idioma español para los hijos de latinos en Estados Unidos lean en español. Las bibliotecas de Virginia (y muchos estado imagino) tienen libros en español para adultos y niños. Ir a la biblioteca no cuesta nada, prestarse los libros tampoco. Apoyar autores latinos del área puede que si cueste algo (comprar un libro puede significar gastar un par de dólares) pero puede también que bien valga la pena: por aquellos niños y jóvenes que leerán en español, por los autores latinos que trabajan tan duro como cualquiera y después tienen que seguir laborando en casa (mientras muchos descansan), escribiendo para dejar un herencia. (Hemil García Linares)
ESCRIBIR: UNA PROFESION SIN SUELDO
Si hacer periodismo en muchos lugares del mundo es casi un pasatiempo, escribir en periódicos hispanos en estos lares (USA) por lo general lo es aún más, pues muchas de las personas que escriben en periódicos latinos no siempre reciben un sueldo oneroso. No son pocos los periodistas entusiastas que escriben por el simple gusto de poder comunicarse con un público. El periodismo es entonces una actividad altruista que no espera más que el simple reconocimiento o el poder llegar a un público cautivo.
Si ejercer el periodismo no es siempre una profesión bien rentada, hacer literatura (novela, cuentos o poesía) es una profesión sin sueldo. La obra del escritor puede que jamás sea publicada o si es publicada corre el riesgo de ser ignorada por los lectores y también hecha añicos por la critica que despiadada que “determina” si un libro es bueno y no; y los más probable es que los lectores terminen creyendo lo que la critica dice.
Si bien existen escritores que se han hecho millonarios como J.K Rowling, autora de Harry Potter, o Best Sellers como El Código de Da Vinci de Dan Brown, existen también otros géneros que si bien gustan a muchos, sus autores no llegan siempre a disfrutar de holgura económica.
Escritores famosos como Mark Twain acabaron en la banca rota. Otros como Edgard Allan Poe (considerado uno de los pilares de la literatura norteamericana) vivió desempleado y experimentó la pobreza .Estos son apenas algunos indicios que escribir literatura no es un sendero que necesariamente propicie dinero.
La fama tampoco es necesariamente inherente al escritor: Borges, unos de los más grandes escritores de la literatura Argentina y el americano Walt Whittman tuvieron que publicar sus primeros libros de manera independiente (en el caso de Borges apoyado por su propio padre) porque ningún editor les hizo caso.
Por si eso fuera poco los escritores sufren el embate de la prensa y cuando no de de propios colegas que – sin ninguna ética- hacen escarnio y buscan notoriedad criticando a otros autores (el chileno Fuguet criticó duramente a García Márquez por lo cual obtuvo cierta atención).
Los más grandes escritores han experimentado fuertes críticas y rechazos. Ernesto Sábato sufrió severas diatribas sobre su libro El Túnel el mismo que fue resistido por muchas editoriales. Hoy es texto ineludible de la literatura argentina y mundial. El afamado escritor Argelino- Francés Albert Camus apoyó la traducción del mismo al francés. El Túnel ha sido traducido a más de doce idiomas.
Si un escritor novel llega a publicar, muchas veces recibe como parte de pago libros que el autor mismo deberá a su vez vender (ya había dicho en algún artículo que el autor es escritor, vendedor, gerente de ventas y publicista de su propia obra). Si bien ciertos libros pueden vender millones de copias, existen también libros que pese a tener un gran contenido literario “serio” al no ser novelas de ciencia ficción , romance, o la vida y milagro de algún famoso, estas no venderán.
Los escritores por lo general no cuentan con apoyo de ninguna entidad del gobierno para que pueden crear sus obras e incluso al estar fuera de sus países no siempre tienen el apoyo de sus embajadas ( hasta que no ganen un premio literario importante momento el cual todos si estarán listos para la foto de rigor ). En tanto el reconocimiento llega (muchas veces llega cuando el autor ha fallecido), el camino del escritor es solitario y con suerte alguna empresa privada promocionará o publicara su libro para lo cual deberá tocarse muchísimas puertas.
Aunque no parezca justo ni lógico un gran libro de Cuentos de William Faulkner (ganador del premio Pulitzer de Literatura) no podrá vender más copias que la vida secreta de Michael Jackson o la de Britney Spears por más trivial que esta obra sea.
Es ese terreno en el cual se mueven los escritores, sobre todo aquellos que al apostar por editoriales pequeñas o independientes (que por lo general son las únicas que dan oportunidades a escritores noveles) deben trabajar como cualquier hijo de vecino, cuarenta horas o más y después en sus ratos libres escribir.
Pese al gran esfuerzo de autores latinos y chicanos en Estados Unidos, sus logros todavía no alcanzan una real dimensión ni el reconocimiento debido. Cada libro novel de autores latinos del área por lo general habla de un tópico común pero no siempre abordado y aceptado: la discriminación, las duras vivencias en este país, el desarraigo.
Los autores latinos en Estados Unidos no sólo proponen una temática. Con sus testimonios dejan un legado a las futuras generaciones de latinos que nacen y nacerán en los Estados Unidos; y algo más trascendente: sus obras tratan de preservar el idioma español para los hijos de latinos en Estados Unidos lean en español. Las bibliotecas de Virginia (y muchos estado imagino) tienen libros en español para adultos y niños. Ir a la biblioteca no cuesta nada, prestarse los libros tampoco. Apoyar autores latinos del área puede que si cueste algo (comprar un libro puede significar gastar un par de dólares) pero puede también que bien valga la pena: por aquellos niños y jóvenes que leerán en español, por los autores latinos que trabajan tan duro como cualquiera y después tienen que seguir laborando en casa (mientras muchos descansan), escribiendo para dejar un herencia. (Hemil García Linares)
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