miércoles, 19 de noviembre de 2014

Los concursos literarios y el “arte” de escribir cuando no se tiene tiempo

Hace unos días hablaba con uno de mis mentores (y hoy con mi madre) “quejándome” o “filosofando” sobre mi falta de tiempo para escribir. Entre la universidad George Mason y Cesar Chávez, tengo casi cien alumnos y hasta seis clases Mi mentor me decía que esa falta de tiempo, en vez de ser un enemigo, puede ser un aliado porque los minutos que le robo al estudio los aprovecho al máximo. Mi madre decía que tiene mucho merito haber quedado finalista en España, la cuna del español y la literatura en nuestro idioma. Si alguien ha visto la película “Antes que anochezca”, la misma que narra la vida del escritor Reinaldo Arenas, quizás puede recordar la escena en la que Reinaldo (Javier Bardem) se consume por dentro, esperando que su texto quede seleccionado en un concurso literario. Ese instante de angustia y desesperación, creo, define el momento de un escritor, sobre todo de aquellos que no tenemos el ingenio de Arenas, Bolaño, Revueltas y otros, solo por mencionar algunos. El 2010 me tocó quedar primero en el International Latino Book Awards y el 2012 se me escapó “por un pelito” (como dicen en Perú) el Premio Platero de Cuento organizado por el Club del Libro de Naciones Unidas. Siempre me he cuestionado si las cosas serían serian diferentes si pudiera escribir a tiempo completo. Otras veces pienso que teniendo más tiempo, podría caer en la contemplación, la pereza y otros vicios menores y así abandonarse a no escribir. Tal vez por la edad o porque sé recibir consejos, he aprendido a tomar con calma un triunfo o una derrota. Uno de los mejores consejos que recibí de manera indirecta me lo dio Sofía Mulanovich cuando la entrevisté hace una década. Le pregunté cómo se sentía al haber ganado el campeonato mundial de surf. La respuesta de una joven surfista peruana me dejó una lección de por vida: si te pones a pensar son más la veces que pierdes que las que ganas, la gente solamente ve los triunfo pero no sabe cuantas veces has competido para ganar experiencia. Perder te hace fuerte y así cuando ganas también tomas los triunfos con tranquilidad y humildad. Desde ese día (aunque no volví a hablar nunca más con Sofía Mulanovich) recuerdo con simpatía a la surfista. A partir de enero, ya graduado y con la maestría en la mano, me dedicaré a escribir sin presión por un tiempo y evaluar mi futuro académico. Un abrazo fraterno y gracias a mi familia, mis colegas profesores y escritores, mis alumnos, mis amigos de universidad, de tribuna, de las calles, del barrio, de la calaña y demás. Hemil Pd. Esto es un borrador, apenas ideas sueltas, reflexiones personales que me animo a compartir con ustedes confiando que sabrán escuchar. Disculpen las digresiones constantes. Mi vida, desde que tengo uno de razón, siempre ha sido así. A los 43 ya es difícil cambiar.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Finalista en el concurso de cuento del Festival del Libro de Monzón 2014

Hace unos días recibí una notificación de parte de los organizadores del Festival del Libro de Monzón (España) y me comunican que un cuento mío ha quedado entre los finalistas en el concurso que realizan cada año. Asimismo, me informan que mi texto saldrá publicado juntos a los demás autores seleccionados en una antología que verá la luz el 6 de diciembre de este año. Es la primera vez que publicaré en España (creo) mediante un concurso literario. Agradezco a los organizadores por la invitación al festival. Aunque me encantaría asistir, la fecha es muy complicada porque el 5 termino mis clases en George Mason, seguiré trabajando en la escuela secundaria y me preparo para la graduación. Igual, van mis saludos y agradecimiento a los organizadores y mis felicitaciones a todos los finalistas. Un abrazo, Hemil