sábado, 6 de diciembre de 2008

Discusiones " Literarias" en blogs peruanos



He visitado algunos blogs peruanos en busca de material para leer opiniones de escritores, conocer nuevos autores y libros. Veo con desazón que lo más resaltante en algunos blogs son los insultos entre escritores donde cada quien quiere tener su verdad ¿Existe alguna verdad absoluta acaso?
Insultar gratuitamente nunca es una medida correcta ni ética. ¿Se imagina usted dos médicos insultándose en plena operación? ¿O dos astronautas discutiendo mientras tratan de atravesar el espacio? o poniendo un ejemplo más terrenal –más peruano si se quiere- imagínese al chofer de una combi insultándose con su cobrador en vez de mirar al frente y hacer su trabajo. Lógico, lo más probable es que ambos se maten.
Algo que sorprende en muchos blogs es que no importa quién escriba y lo que dice, siempre habrá personas “anónimas” que apoyan el insulto diciendo “El escritor tal tiene la razón”. Los insultos de uno y de otro lado van desde ignorante hasta acusarse de controlar las editoriales, de que existe un círculo cerrado y que hay un establishment mafioso.
No me compete mencionar a ninguno de los escritores. Pero si sería saludable un poco de ecuanimidad para proyectar una buena imagen de la literatura peruana hacia el exterior. Vargas Llosa, Ribeyro, C.E Zavaleta, Rivera Martinez son sólo algunos de los nombres de nuestros grandes autores
¿Los han visto pasar todo el tiempo despotricando contra otros colegas? O ¿Criticando, hablando mal de los libros que otros escriben?
Al respecto el crítico literario Julio Ortega ya mencionado en referencia a los bloggers que “ no sean tan negativos porque el blog produce una licencia para insultar, hay mucha gente que abusa de la palabra para atacar a otras personas, es una enfermedad llamada “opinionitis”. La tecnología que se ha inventado para aumentar las rivalidades personales no tiene ningún sentido.

Otro mal hábito de algunos literatos es considerar que siempre la literatura tiene que tener un compromiso con las causas justas, los oprimidos o un rol social. Aún hoy existe la postura novecentista de creer que siempre los escritos deben tener un lineamiento político, una posición (estos escritos hacen que los autores sean “comprometidos”). Los “no comprometidos” serian siempre frívolos e intrascendentes.
El término “comprometido” es tan manoseado que incluso el escritor Bryce Echenique( su caso sobre plagio es un tema aparte que no puede enterrar sus ciertos aciertos y cualidades como escritor) en una entrevista manifestó cuando le preguntaron si era comprometido: “El único compromiso que tengo es con mi esposa”.
La literatura es ficción por lo tanto no necesariamente debe tener contenido político. Para esos existen digamos manifiestos o libros de temas políticos o sociales. Al respecto Ernesto Sábato en Abbadon el exterminador dice:
“Aquellos Seudomarxistas que dividen la literatura en política o estetizante. Y como el ULYSES no era ni político ni estetizante, no existía. Pertenecía a alguna fauna teratológica. Tal vez formaba parte de la botánica. A lo mejor era un ornitorrinco”. ¿Vamos a seguir perdiendo tiempo con esa clase de gansadas?
Me pregunto si los insultos en los blogs tienen detrás el afán de la figuración ¿Habrá deseo de hacer alharaca y decir “aquí estoy”?
Muchos de los blogs hablan pestes de los concurso literarios, de los que los organizan, hablan mal de editores. ¿Por que entre peruanos nos tratamos de esa manera? ¿Será cierto que el peor enemigo de un peruano es otro peruano?
Observo escritores que habla mal de los concursos literarios y sus nombres figuran en la lista de los finalistas de algunos concursos. Total, ¿En qué quedamos?
Leí un blog de un autor que está contra el sistema formal de aprendizaje, que en la universidad no se aprende nada y que sin mismo puedo aprender por su cuenta física, música, literatura, artes, filosofía y hasta yankempo. Puede ser cierto pero eso no no basta para, digamos para enseñar literatura o ciencia formalmente. Una persona puede ser muy leída pero existen lineamientos que determinan cuando uno puede enseñar (con un título y con la experiencia debida). Del mismo modo que un doctor no puede operar sin haber estudiado, o un ingeniero construir un puente. Un educador tiene que tener los estudios correspondientes. No confundamos ser escritor con ser académico (aunque varios escritores de hoy ostentan también Doctorados y Masters). En el pasado, el intelectual Mariátegui destacó como periodista y ensayista siendo autodidacta pero tenemos que situarnos en el presente, los tiempos son otros. Si esto no fuera de este modo, los colegios ni las universidades tuviesen vigencia e importancia.

Publicar y ser honesto

El escritor desea escribir, plasmar su obra, tener reconocimiento pero también una necesidad imperiosa de comunicarse con su público. Pero de allí a buscar la figuración haciendo escándalo, hablando pestes de colegas, colgándose mediáticamente de otros autores para figurar es detestable y mediocre.
“Yo escribo para mí y/o no me interesa si me leen o no” es una frase típica de muchos escritores cuando las cosas no se dan como ellos esperan. Esto es una contradicción pues si el escritor no desea que lo lean entonces no debería publicar. ¿Cuál sería el propósito de publicar si no le interesa transcender y ser leído? Mejor sacar un panfleto en vez de un libro y repartirlo entre sus amigos o familiares..
Ser escritor no es ponerse en poses de beatnik, subterráneo, L’enfant terrible, o intelectual. Tampoco es ningunear (deporte peruano por excelencia) a otros colegas. Sería ideal que los escritores pudieran hablar con su mejor arma: escritos de gran nivel. Si el escritor es un genio, los lectores -no la crítica- lo adoptarán sea el escritor de cuna de oro o de algún barrio populoso. Mario Vargas Llosa es reconocido en todo el mundo. Nadie lo lee porque es de una familia de clase media. Al lector le importa un pepino el status económico de un escritor. A Vallejo lo leen y quieren en Perú o Argentina, si era mestizo, provinciano a nadie le importa. El talento no se mide por la condición social, ni raza ni postura política.
Respecto a la figuración y el maestro Sábato escribe sus impresiones al respecto oculto bajo un personaje que lleva su mismo nombre:
A S.(Sábato) se le volvió en el estomago aquel asco por la literatura, que cada día se repetía con más fuerza, y volvió a pensar en lo de Nietzsche: Tal vez uno podría llegar a escribir algo verdadero cuando esa repugnancia por los literatos y sus palabras llegase a un grado irresistible; pero repugnancia de verdad , esas que pueden provocar un vomito a sola vista de uno de esos cocktails de artistas que hablan de la muerte mientras se disputan un premio municipal.

Y vaya que Sábato lo cumplió, jamás integro ningún círculo literario, tampoco mostró ninguna afiliación partidaria. Por ello su autenticidad e integridad como escritor perduran hasta hoy. Un ejemplo del cual podríamos asimilar algo, o como decimos lo peruanos siquiera “alguito”.